de las veces que los botones raídos le dieron la espalda al papel queda la vuelta al cole de una gran superficie comercial, y este pequeño mechero daltónico de memoria que me acompaña entresuspiros de lente de muerte lenta.
la llamada de la felpa para besar el suelo derrotado en cualquier reflejo de charco delante de una puerta sin sentido. como caída la compañía no tiene porque ser grata pero un punto, de sutura, ingrávito suma casi siempre una desdicha acomodable a la insensatez del extravío sin autobús pendiente de mil sortilegios de caminos que no cruzan
los problemas puntuales no se arreglan corrigiendo la puntuación
maldito roedor
y todas las zanahorias del mundo..sean o no automáticas
las banquetas no poseen puntos de sutura
no hay lugares secretos lejos de lo invisible,
ni puentes que caigansin disputa
ah, sí. el silencio recome todas las puertas y las avenidas de la nieve que no vimos
todo el miedo es subterráneo
otro día leeremos de los peces
corriente o no
a-fundirse
2 de noviembre de 2008
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