
no sabía ni pelearse consigo mismo. que sólo él salía herido. y a los nadies quien les limpiaba el vaho de la hemorragia que regurjitaba su estómago herido de bala sin plata-.se preguntaba cada vez sin mañana.
no había un agujero en sus bostezos: únicamente ojos negros. mundo recuerdas cuando saltábamos
sí, pero ahora nos han robado los signos de interrogación
sin haber visto la fuerza de nuestras bocas
no recordaba sus pesadillas; pero en la ducha al sentir el agua tibia dirigida hacia su espalda le costó poco tener que esforzarse mucho para no gritar aquel dolor entretejido entre tejidos
su cuello,sus hombros,su espalda y pescuezo,su nuca,tenían la melodía que cantaba todo aquel ahogo que había malsoñado mientras dormitaba contra la almohada retorcida al saberse una irrealidad de ojos cerrados muy muy apretados hasta poder querer agujerearse a sí mismo. de esa que es la que más castiga el cuerpo y duele separada y adjunta a esa palabra que denomina lo físico y tangible. era otra vez en sueños. impar. su propia pesadilla.
le parecía excesivo para una sóla palabra
1 comentario:
Aquí, bichito. Quietx. No hay ventanas ni afuera.
Bu!
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